El árbol del jabón.

EL ÁRBOL DE JABÓN, UNA ALTERNATIVA ECOLÓGICA PARA EL LAVADO DE ROPA.

LAS “NUECES DE LAVADO” SON LOS FRUTOS DEL ÁRBOL SAPINDUS MUKOROSSI, CONOCIDO COMO “EL ÁRBOL DE JABÓN”.
De origen indio y nepalí, donde se utilizan desde hace siglos como detergente. Las mujeres indias usaban estas nueces para lavarse el pelo, la nuez de lavado deja un cabello muy suave y brillante.

Con los frutos de esta planta, sí es posible bañarse en un río o lavar la ropa en él, y como no contamina el agua con químicos tal como lo hacen los detergentes convencionales, es natural y la flora y fauna estarán a salvo. Además es totalmente biodegradable.

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Sapindus saponaria L.

ORIGEN:
América tropical y subtropical. En Argentina la encontramos en las provincias de Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Salta, Santa Fe.
El árbol de jabón puede medir hasta 15 m de altura, se cubre de flores blancas en marzo/Abril y las nueces se recogen en septiembre/octubre.

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Al estrujar los frutos éstos hacen espuma tal como sucede con el jabón, de esta manera nuestros antepasados lo usaban como jabón para lavar las manos y la ropa, dándole el nombre común de jaboncillo. La ropa queda muy suave y con un olor muy agradable. Mientras que sus semillas se usaban para realizar artesanías como collares y rosarios. Debido al paso de los años y luego de la llegada de los españoles los jabones indígenas como éste  a base de plantas fueron sustituidos  por el jabón de lejía/grasa, y posteriormente por Jabones industrializados.

Una vez recogido el fruto de la Saponaria, las nueces se secan y se pelan, separando las cáscaras. Estas cáscaras contienen la sustancia llamada “saponina ” cuyas principales características son detergentes. La saponina se disuelve preferentemente con el agua caliente y funciona como un jabón natural que limpia produciendo una espuma muy ligera y con un agradable olor.

INSTRUCCIONES DE USO:
Colocar 3 cáscaras de nueces de jabón en un saquito de algodón o dentro de un calcetín viejo, y meterlo en el tambor de la máquina junto con la ropa. No necesita usar suavizante. Como el olor de la ropa lavada con estas nueces es neutro, el que prefiere la ropa perfumada puede añadir unas gotas de aceite esencial en el mismo saquito donde se colocan las nueces.

Es fundamental que la temperatura del lavado sea superior a 30 grados, para que se desprenda la saponina de la cáscara. Si queremos lavar en frío, debemos poner las nueces a hervir durante 7 minutos, dejar enfriar y añadir el jabón líquido resultante a la lavadora (lo mismo haremos para conseguir un champú natural).

Fuentes:

ethnoplants.com
florflores.com
ecoportal.net

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