Hugo Chávez y la Historia de Venezuela en el siglo XXI.
Hugo ChavezEn lo que se refiere a política, quizás no hay nada más significativo que un dramático resurgimiento y eso fue exactamente lo que Venezuela atestiguó al acercarse el final del siglo XX. La elección presidencial de 1998 en Venezuela, puso a Hugo Chávez, el líder del fallido golpe de estado de 1992, en la presidencia. Después de ser perdonado en 1994, Chávez se embarcó en una campaña agresivamente populista: comparándose a sí mismo con Bolívar, prometiendo ayuda (y donativos) a las masas más pobres y posicionándose en franca oposición a la economía libre de mercado influenciada por los Estados Unidos. Él prometió una grandiosa, aunque vaga “revolución social democrática y pacífica.”
Sin embargo, después de su victoria en la elección, la “revolución social” de Chávez, fue todo menos pacífica. Poco después de tomar el poder, Chávez se propuso reescribir la constitución. El nuevo documento fue aprobado en un referéndum en diciembre de 1999, otorgándole nuevos y amplios poderes. La introducción de un paquete de nuevos decretos legislativos en 2001 se topó con airadas protestas, y fue seguida de un ataque masivo y violento en abril de 2002. Culminó en un golpe de estado realizado por líderes militares apoyados por un grupo de presión comercial, en el que Chávez fue obligado a renunciar. Él recuperó el poder dos días después, pero esto solo intensificó el conflicto.
Mientras las tensiones populares aumentaban, en diciembre de 2002, la oposición llamó a un paro general en un esfuerzo para derrocar al presidente. La huelga nacional paralizó al país, incluyendo a su importante industria petrolera y una buena parte del sector privado. Después de 63 días, la oposición llamó a detener la huelga, que había costado al país el 7.6 % de su PIB y además devastó la economía basada en el petróleo. Chávez nuevamente sobrevivió y proclamó la victoria.
La política nacional continuó siendo inestable hasta que Chávez ganó un referéndum en 2004 y consolidó su ya aplastante poder. Alentado por un apoyo político más grande y con sus bolsillos engordando gracias a los altos precios del petróleo. Chávez, rápidamente se movió para expandir su influencia más allá de las fronteras de Venezuela, llegando a oros líderes de izquierda en Bolivia, Argentina, Cuba, Uruguay, Chile y Brasil. Él se había aliado abiertamente con el régimen de Castro en Cuba, apoyando al exitoso candidato de izquierda de Bolivia, Evo Morales y a los candidatos de izquierda en Perú y México que no ganaron la presidencia.
En 2005, poco después de que Caracas fuera la sede del 6to Foro Social Mundial, Chávez inició un programa altamente publicitado y con dudosas intenciones para ofrecer combustible para calefacción a precios reducidos a las personas pobres en los Estados Unidos. El programa se expandió en 2005 para incluir cuatro de los cinco barrios de Nueva York, ofreciendo 25 millones de galones de combustible para los neoyorquinos de bajos ingresos a un precio de mayoreo con el 40% de descuento. Aún cuando el programa obviamente ayudó a cientos de miles de neoyorquinos pobres, fue usado como un golpe político al entonces enemigo de Chávez, el ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush.
El final de 2006 se vio envuelto en la antesala de la elección presidencial del 3 de diciembre. El contrincante más cercano de Chávez, Manuel Rosales, acusó al presidente de ofrecer inviables favores políticos y ayuda a otros países mientras que la pobreza y el crimen se incrementaban en casa, y también desafiando a terratenientes (para su redistribución a las personas sin tierras) y a los militares creando una hipotética invasión a los Estados Unidos. Chávez acusó a Rosales de ser un lacayo de los Estados Unidos y se rehusó a debatir con él en TV. Chávez ganó nuevamente con la Organización de los Estados Americanos y el Centro Carter certificó los resultados.
Chávez salió del closet socialista durante su segundo periodo, además incrementó la obra pública y los programas sociales para beneficiar a los pobres (brindado atención de salud básica a los barrios, por ejemplo) y nacionalizando las empresas más grandes de telecomunicaciones, cemento y acero del país, la mayor parte de su industria eléctrica y muchos hoteles así como infraestructura recreativa y de transporte. También se las arregló para inculcar la idea de la inclusión en política entre la población general mientras que los gobiernos anteriores anteriormente excluyeron descaradamente a todos con excepción de los más altos niveles de la sociedad.
A pesar de contribuir a las enormes inversiones petroleras de Venezuela y a una mejor vida para los pobres, la popularidad de Chávez comenzó a menguar. Las mejoras en infraestructura, como la renovación de puentes y caminos, los brillantes y nuevos trenes subterráneos y teleféricos de barrio conservaron las apariencias, pero la década terminó con Venezuela luchando por combatir una muy grave escasez de energía y agua, una crisis que golpeó el corazón de las clases media y alta. Los apagones generalizados se volvieron habituales en todo el país y Chávez pidió a todos los venezolanos limitar sus baños en regadera a sólo tres minutos (un “baño comunista”, dijo).
A medida que iniciaba el 2010, también lo hacía el racionamiento del agua, donde a Caracas temporalmente le tocó la peor parte: hasta 48 horas a la semana sin agua. Los simpatizantes de Chávez, sin embargo, rechazaron la idea y los racionamientos fueron suspendidos en Caracas, empeorando el problema en los demás lugares y avivando las protestas en Mérida. El ministro de electricidad Ángel Rodríguez fue removido de su cargo debido al desastre, pero los movimientos en el gabinete no terminaron ahí: solo en enero, el vicepresidente y ministro de defensa; Ramón Carrizales y su esposa, la ministro de medio ambiente Yubirí Ortega; y el ministro de banca pública, Eugenio Vásquez Orellana, renunciaron. Los rumores culparon a la crisis de electricidad en desacuerdo con la política gubernamental, aún cuando los tres políticos lo negaron. Un mes después, la crisis de energía empeoró al punto que Chávez declaró un estado de emergencia.
Chávez también aplicó muchas políticas controversiales para combatir la gran inflación y débil economía del país, incluyendo los controles de precio en alimentos básicos, una acción que, por un lado, permitía a las familias comprar la misma cantidad de alimentos básicos con la misma cantidad de dinero a pesar de la inflación; pero ocasionalmente provocaba escasez de alimentos básicos como leche y azúcar por otro lado. En enero de 2010, Chávez anunció una fuerte devaluación de la moneda conocida como el bolívar fuerte, la primera desde 2005, esto creó un tipo de cambio oficial dual en Venezuela, un movimiento diseñado para impulsar los ingresos de las exportaciones petroleras y limitar las importaciones innecesarias. Sin embargo, las personas de Venezuela, temiendo incrementos de precios generalizados y una inflación astronómica, atestaron las tiendas de electrónicos importados. Chávez condenó que las tiendas elevaran sus precios y actuó en consecuencia: el Instituto Venezolano para la Defensa de las Personas en el Acceso a Productos y Servicios clausuró docenas de tiendas por manipulación de precios.
Por otro lado, los estrictos controles de la divisa generaban que los venezolanos que viajaban al extranjero tenían un racionamiento de $2,500 en tarjeta de crédito y $500 en efectivo al año para gastar fuera del país, dejando a algunos sintiéndose atrapados en sus propias fronteras; y los concesionarios de autos estuvieron (y siguen estando) virtualmente vacíos.
A pesar de la controversial aprobación de Brasil, el ingreso de Venezuela al Mercosur, fue una importante victoria para Chávez y para el tratado bilateral, las relaciones extranjeras de Chávez iban mucho mejor que su economía doméstica. Las relaciones binacionales con Colombia permanecieron extremadamente frágiles por las acusaciones del vecino país de que Venezuela estaba suministrando armas a los rebeldes de las FARC y su decisión permitió que las tropas de los Estados Unidos trabajaran desde siete de sus bases militares. Chávez prohibió la importación de autos colombianos y estableció tropas en la frontera después de diversas muertes sospechosas en ambos lados de la frontera. El asunto se volvió personal debido a estos asuntos binacionales durante una reunión privada de jefes de estado en la cumbre de Grupo de Río en Cancún en febrero de 2010, cuando el presidente colombiano Álvaro Uribe se burló de Chávez: “Sea un hombre… es muy valiente hablando a distancia, pero un cobarde cuando se trata de hablar de frente.” Chávez salió echo una furia.
Algunas encuestas de popularidad, incluyendo una de un grupo conocido como Datanálisis, mostró que la tasa de aprobación de Chávez en 2011 había caído a 46 % – la primera caída por debajo de 50 % desde 2004. Estos números parecían indicar que el controversial líder se estaba quedando sin combustible.
A pesar de su menguante popularidad, Chávez, incluso después de una batalla pública contra el cáncer de colon, declaró sus intenciones de un cuarto periodo de cuatro años en las elecciones de 2012. Chávez fue realmente reelecto en 2012, y aun cuando comenzó su cuarto periodo el 10 de enero de 2013, finalmente sucumbió a su enfermedad y murió menos de 2 meses después el 5 de marzo de 2013.
Nicolás Maduro, el vicepresidente, tomó el poder y deberes por el resto del término abreviado de Chávez hasta que se celebraron las elecciones presidenciales. Actualmente Maduro sigue siendo el presidente de Venezuela.