LO QUE TODO SUJETO QUE ESTÁ TOMANDO ANTIPSICÓTICOS DEBE SABER

Este artículo ha sido extraído de la página de Nueva Psiquiatría, nosotros, los miembros de movimiento indignados spanish revolution, no estamos de acuerdo ni con el punto de vista de la psiquiatría tradicional ni con algunos de los puntos de vista de Nueva Psiquiatría. Lo que opinamos nosotros viene en este segundo párrafo y en negrita, a continuación podrá leer el artículo de Nueva Psiquiatría.

Desde la experiencia personal de alguien que ha tomado antipsicóticos durante años y quiere permanecer en el anonimato, pero que quiere decir lo que opina sobre ellos. Los antipsicóticos son drogas que destruyen el cerebro. Esta información no la dan tampoco en Nueva Psiquiatría, la puedes escuchar de psiquiatras como Peter Breggin y de psiquiatras como Johana Moncrief. Disminuyen el tamaño de los ganglios basales del cerebro, por lo que el daño que se produce en este(en el cerebro) es aún desconocido. Pero por lógica y precaución no se deben tomarse antipsicóticos. ¡Nunca!. Deterioran a la persona, les produce agotamiento, disminuye su concentración impidiéndole tener una actividad intelectual normal, a veces, les impide trabajar, disminuye el rendimiento físico y como acabamos de decir destruye el cerebro, es una grave irresponsabilidad obligar a las personas a tomar esta droga durante meses o años y su eficacia está puesta completamente en duda, nada asegura que tenga efectos beneficiosos más que un placebo (Collin Ross). Y actualmente, en el 2018 se recetan como antipsicóticos, como imnóticos, como ansiolíticos e incluso como antidepresivos. Es una campaña de marketing de las empresas farmaceúticas que lo único que quieren es hacer dinero.

Artículo extraído de la página Nueva Psiquiatría.

1º ¿Los antipsicóticos que tomo me curan? No, la medicación que usted toma es simplemente sintomática y no causal, por tanto no se puede hablar de curación sino de supresión de los síntomas, los cuales pueden volver a aparecer pasado un cierto tiempo (recaída). Es decir, el fármaco que le han prescrito tranquiliza, inhibe, aplaca, debilita —llámele como usted quiera— todas sus funciones psíquicas y motoras, y de ese modo inhibe o aplaca síntomas de su enfermedad tales como alucinaciones, ideas delirantes, agitación, etc., al igual que inhibe el resto de las producciones de su psiquismo, pero no actúa sobre la causa de su enfermedad por la simple razón de que es desconocida.

2º Además de aplacar todas las funciones psíquicas, dificultándome o incluso impidiéndome hacer una vida mínimamente normal, ¿producen algún otro perjuicio en mi organismo? Pues sí, aparte del efecto inhibidor del psiquismo tienen efectos secundarios importantes sobre el organismo, sobre todo a nivel del metabolismo y del sistema cardiovascular, efectos que a la larga son graves y se traducen en que las personas que los toman a largo plazo viven entre 15 y 20 años menos que el promedio de la población.

3º Y si a la larga tiene esos efectos tan perjudiciales y es una medicación sólo sintomática, ¿por qué mi psiquiatra se empeña en que tengo que tomarla esa medicación toda la vida? La razón fundamental esgrimida para ello es que tomándolos de forma ininterrumpida y de por vida el riesgo de recaídas es menor.

4º ¿Es eso cierto: hay menos recaídas si no se deja la medicación? Pues hay bastantes estudios que así lo indican. Pero en los últimos años están apareciendo otros estudios muy serios y fiables (no financiados por la industria farmacéutica) que ponen de manifiesto lo siguiente: los pacientes que interrumpen el tratamiento tienen más recaídas que los que no lo interrumpen durante los tres primeros años, pero luego el número de recaídas se va acercando hasta hacerse igual en ambos grupos a partir del séptimo año. Es decir, a los siete años de seguimiento se encuentra la misma tasa de recaídas en el grupo de los que han interrumpido el tratamiento que en el grupo que ha seguido tomándolo indefinidamente. Pero con una ventaja muy importante a favor de los que han interrumpido el tratamiento: el número de reinserciones a la vida laboral y social es dos veces mayor entre los que han dejado de tomar los antipsicóticos que entre los que los han seguido tomándolos ininterrumpidamente.

4º Siendo así, si yo prefiero enfrentarme a una posible recaída antes que estar con todas mis funciones psíquicas permanentemente aplacadas, ¿puedo tomar yo esa decisión y decirle a mi psiquiatra que me vaya retirando el tratamiento gradualmente hasta suspenderlo? Por supuesto que sí. Una vez que ha desaparecido la fase aguda, que es en la que puede ser sometido a un tratamiento involuntario si se da la circunstancia de que está en peligro su vida, el resto del tiempo es usted quien decide si prefiere seguir con la medicación para evitar posibles recaídas o, por el contrario, quiere suspender el tratamiento para sentirse más despierto y “vivo” y, por tanto, con más capacidad para hacer una vida normal. Usted ha de comunicarle su decisión a su psiquiatra y el papel de éste es ayudarle en ese proceso de reducción /yo suspensión gradual del tratamiento antipsicótico.

4º ¿Y qué hago si mi psiquiatra se niega o incluso, como ya me ha ourrido alguna vez, me amenazan con quitarme la pensión, o con hacerme un ingreso involuntario, o con solicitar al fiscal que me incapaciten? En ese caso debe solicitar usted cambio de psiquiatra. Si aún así persiste el problema entonces deberá contactar con alguna persona física o jurídica, por ejemplo con su abogado o con la Asociación NUEVAPSIQUIATRÍA, para que le asesoren sobre los pasos que tiene que dar para conseguir su objetivo de dejar un tratamiento farmacológico con el que no está de acuerdo.

5º Si los hechos son como usted dice, ¿por qué tantos psiquiatras se empeñan en mantener los antipsicóticos de por vida? ¿Qué pasa, que la mayoría de los psiquiatras son perversos y disfrutan manteniendo a sus pacientes como zombies de por vida? No, La respuesta a esta pregunta es más lógica y puede encontrarla en este link: http://www.news3edad.com/…/janssen-mejora-la-formacion-de-…/ Por si fuera poco, el curso al que hace referencia es link anterior incluye este segundo sobre psiquiatría legal en el que al futuro psiquiatra se le advierte de los mil y un peligros que puede correr si no medica adecuadamente a sus pacientes psicóticos: https://es.slideshare.net/…/12psicosis-a-lo-largo-de-la-vid…
Bombardeados a diario con información de este tipo —que es muy conveniente y deseable emplear los antipsicóticos de por vida, que no hay problema en ello pues prácticamente no tienen efectos secundarios, que te atengas a las consecuencias legales, ya sean civiles o penales, si los suprimes y al paciente o a alguien de su entorno le ocurre algo—, adoctrinados durante cuatro años de esta manera, ya me dirán a mí la objetividad y la capacidad crítica con la que se estrenan como especialistas en psiquiatría los hasta entonces, y durante cuatro años, han sido Médicos Residentes de Psiquiatría.

6º Finalmente, ha de saber usted que España es uno de los pocos países de Europa en los que todavía se “obliga” mediante coacciones o amenazas a continuar ininterrumpidamente con el tratamiento antipsicótico. Y ello es debido en gran medida a la ambigüedad y enormes vacíos que tiene la legislación española en materia psiquiátrica, la cual le confiere al psiquiatra un poder casi omnímodo. En España basta que un psiquiatra escriba: “Paciente con esquizofrenia que requiere tratamiento” para que un sujeto sea ingresado en una unidad psiquiátrica en contra de su voluntad. ¿Le cuesta creer que esto sea así? Pues sepa que acabo de transcribir ¡literalmente! una solicitud de ingreso involuntario que fue aceptada por el juez. Por supuesto, conforme a nuestra legislación no es necesario que el psiquiatra aclare en su solicitud de ingreso involuntario si esa esquizofrenia está en fase aguda. Y mucho menos que especifique si corre peligro alguno la vida de esa persona o alguna otra de su entorno. Bastan esas seis palabras: “Paciente con esquizofrenia que requiere tratamiento”, para que el 99% de las veces el juez autorice el ingreso involuntario. En el caso que transcribo el psiquiatra ni siquiera ha visto al paciente. Y el juez, cuando va a valorarlo para autorizar el ingreso, hecho que ocurre habitualmente al día siguiente, se encuentra la mayoría de las veces con un sujeto encamado y de tal modo aletargado y obnubilado por la medicación que se le ha puesto, que resulta completamente imposible mantener una mínima entrevista con él, por lo que el juez ha de fiarse de la solicitud del psiquiatra sin posibilidad de contrastar o verificar cuál era el estado psíquico real del paciente en el momento en que se hizo la solicitud.

7º Así está la psiquiatría en España. Y sin visos de cambiar si los afectados por este problema no plantan cara. Por eso desde aquí hacemos un llamamiento a todos esos afectados, ya sean usuarios, ya familiares, ya profesionales psicologicamente extenuados tras años de lucha en solitario contra un sistema mastodóntico que acaba fagocitándolos o quemándolos, ya sean profesionales de la educación, periodistas, juristas, sociólogos o simplemente ciudadanos que son sensibles y sufren ante este tremendo drama que afecta a millones de conciudadanos. Sólo desde la unión estable, duradera y organizada de todos estos afectados será posible acabar con la actual catástrofe psiquiátrica.
¡Desde aquí hacemos un llamamiento ferviente a esa unión!
Si desea saber algo más acerca de cómo la Asociación NUEVAPSIQUIATRÍA está trabajando para alcanzar esa masa crítica de personas que —unidas en grupos cohesionados y concatenados— consiga acabar con la actual tragedia postpsiquiátrica, puede ponerse en contacto con nosotros enviando un email a colaboraciones@nuevapsiquiatria.es o simplemente visitando nuestra web www.nuevapsiquiatria.es para obtener más información.